¿Qué es el Bullying?
El Bullying es una manifestación de un acoso
que suele ser grupal y todas las intervenciones diseñadas tienen en común el
apoyo incondicional a la persona, niño o adolescente en este caso, víctima de
violencia de sus iguales.
El primer autor que definió este
fenómeno fue Dan Olweus:
“Un alumno es agredido o se convierte en
víctima cuando está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones
negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos.”
De esta definición se desprenden
tres características:
Existe un desequilibrio (abuso)
de poder.
Hay una repetición de los
incidentes a lo largo del tiempo.
Hay intencionalidad por parte del
agresor o agresores.
A estas características que
definen una situación de Bullying, se añade otra: es un fenómeno de grupo, no
un problema individual. No se trata de conductas organizadas o espontáneas
donde se busca el mal mutuo, ni actos de vandalismo que se pueden manifestar
abiertamente en el entorno escolar. No es un conflicto entre dos partes con
intereses contrapuestos, es un proceso de victimización.
Es un tipo de violencia insidiosa, que se
construye lentamente en el día a día de las relaciones interpersonales. Es
difícil de identificar ya que en los inicios suele ser poco evidente y puede
mantenerse oculta a los adultos, pero es bien conocida por el alumnado. Supone
una vulneración de los derechos fundamentales del alumno: derecho a no estar
sometido a la humillación intencional y repetida y a estar seguro en la
escuela.
Por tanto, estas situaciones de acoso,
intimidación o victimización son aquellas en la que un alumno o alumna está
expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que
llevan a cabo otros compañeros. Por acciones negativas entendemos tanto las
cometidas verbalmente o mediante contacto físico, como las psicológicas de
exclusión.
Características del Bullying
- Tiende a originar
problemas que se repiten y prolongan durante cierto tiempo.
- Es sistemático y estratégico,
ya que el agresor siempre sabe cuándo actuar.
- Suele estar provocado por un
alumno, contra una víctima indefensa.
- Se mantiene debido a la
ignorancia o pasividad de los que rodean a los agresores y a las víctimas sin
intervenir directamente.
- La víctima desarrolla miedo y
rechazo al contexto en el que sufre la violencia; pérdida de confianza en sí
mismo y otros, y disminución del rendimiento escolar.
- Disminuye la capacidad de
comprensión moral y de empatía del agresor, mientras que se produce un refuerzo
de un estilo violento de interacción.
- En las personas que observan la
violencia sin hacer nada para evitarla, se produce falta de sensibilidad,
apatía e insolidaridad.
- Se reduce la calidad de vida
del entorno en el que se produce: dificultad para lograr objetivos y aumento de
los problemas y tensiones.
- El Bullying es un proceso de
represión de problemas.
Tipos de Bullying
El acoso escolar se divide en dos
categorías:
- Acoso
directo. Es la forma más común entre los niños. Peleas y agresiones físicas.
- Acoso indirecto. Suele ser más
común entre las niñas y en general a partir del pre-adolescente.
Se caracteriza por pretender el aislamiento
social. Este aislamiento se consigue mediante técnicas variadas que incluyen:
difundir rumores, rechazar el contacto social con la víctima, amenazar a los
amigos, hacer criticas de la persona aludiendo a sus rasgos físicos, grupo
social, forma de vestir, religión, raza, discapacidad, entre otros.
Bullying Físico
Incluye toda acción corporal. Es
la forma más habitual de Bullying. En los últimos años, el Bullying físico se
ha mezclado con una frecuencia alarmante, con diversas formas de abuso sexual.
Se identifica porque suele dejar huellas corporales.
Directo. Golpes, empujones,
patadas, formas de encierro, escupir
Indirecto. Daño a pertenencias,
robar, romper, esconder cualquier clase de objeto
Bullying Verbal
Incluyen
acciones no corporales con la finalidad de discriminar, difundir chismes,
realizar acciones de exclusión, bromas insultantes y repetidas. Los niños y
jóvenes son mucho más sensibles que los adultos ante estas cuestiones. La
opinión de los padres constituye una parte esencial entre los factores que
ayudarán a formar la identidad y la personalidad. Es más utilizado por las
mujeres mientras se van acercando más a la adolescencia.
Directo. Poner apodos, insultar,
amenazar, burlarse, reírse, entre otros.
Indirecto. Generar rumores
raciales o sexistas, malos comentarios, hablar mal.
Bullying
Psicológico
Son las más difíciles de detectar
ya que son formas de agresión, amenaza o exclusión que se llevan a cabo a
espaldas de cualquier persona que pueda advertir la situación, por lo que el
agresor puede permanecer en el anonimato. Se usa frecuentemente para subrayar,
reforzar o resaltar acciones llevadas a cabo con anterioridad y mantener
latente la amenaza.
Incrementan la fuerza del
maltrato, pues el agresor exhibe un poder mayor al mostrar que es capaz de
amenazar aunque esté “presente” una figura de autoridad.
En el agredido aumenta el
sentimiento de indefensión y vulnerabilidad, pues percibe este atrevimiento
como una amenaza que tarde o temprano se materializará de manera más
contundente. Pueden consistir en una mirada, una señal obscena, una cara
desagradable, un gesto, entre otros. También dentro de este hay un tipo de
Bullying que se conoce como Bullying racista que se da cuando el maltrato hace
referencia a los orígenes de la víctima.
Bullying
Sexual
Es cuando se presenta un asedio,
inducción o abuso sexual. Se da cuando el maltrato hace referencia a partes
íntimas del cuerpo de la víctima.
Incluye el BullyingHomófobo que
se da cuando el maltrato hace referencia a la orientación sexual de la víctima
o las que se intentan justificar por motivos de homosexualidad, real o
imaginaria.
Bullying
Social
Pretende aislar al joven del
resto del grupo, cuando se ignora, se aisla y se excluye al otro.
Directo. Excluir, no dejar
participar a la víctima en actividades, sacarlos del grupo.
Indirecto. Ignorar, tratar como
un objeto, como si no existiera o ver que no está ahí.
Causas del Bullying
Personales: Un niño que actúa de manera agresiva sufre
intimidaciones en la escuela o en la familia. Adquiere esta conducta cuando es
frecuentemente humillado por los adultos. Se siente superior, ya sea porque
cuenta con el apoyo de otros atacantes o porque el acosado es un niño con muy
poca capacidad de responder a las agresiones.
Familiares: El niño
puede tener actitudes agresivas como una forma de expresar su sentir ante un
entorno familiar poco afectivo, donde existen situaciones de ausencia de algún
padre, violencia, abuso ejercida por los padres y hermanos mayores; tal vez
porque es un niño que posiblemente vive bajo constante presión para que tenga
éxito en sus actividades o por el contrario es un niño sumamente mimado. Todas estas
situaciones pueden generar un comportamiento agresivo en los niños y llevarles
a la violencia cuando sean adolescentes.
En la escuela: Cuanto más grande es la escuela hay mayor riesgo de
que haya acoso escolar, sobre todo si a este factor se le suma la falta de
control físico, vigilancia y respeto; humillación, amenazas o la exclusión
entre personal docente y alumnos. Por otro lado, los nuevos modelos educativos
a los que son expuestos los niños como la ligereza con que se tratan y ponen en
práctica los valores, según psicólogos y estudios realizados, han influenciado
para que este tipo de comportamiento se presente con mayor frecuencia.
La televisión: El mensaje implícito de determinados programas
televisivos de consumo frecuente entre adolescentes que exponen un modelo de
proyecto vital que busca la aspiración a todo sin renunciar a nada para
conseguirlo, siempre y cuando eso no signifique esforzarse o grandes trabajos,
constituye otro factor de riesgo para determinados individuos.
Los expertos han llegado también a la conclusión de que la violencia en los
medios de comunicación tiene efectos sobre la violencia real, sobre todo entre
niños. Se discute, no obstante, el tipo de efectos y su grado: si se da una
imitación indiscriminada, si se da un efecto insensibilizador, si se crea una
imagen de la realidad en la que se hiperboliza la incidencia de la violencia,
entre otros.
Consecuencias del Bullying
El Bullying no entiende de
distinciones sociales o de sexo. A pesar de la creencia extendida de que los
centros escolares situados en zonas menos favorecidas son por definición más
conflictivos, lo cierto es que el Bullying hace su presencia en casi cualquier
contexto. Respecto al sexo, tampoco se aprecian diferencias, al menos en lo que
respecta a las víctimas, puesto que en el perfil del agresor sí se aprecia
predominancia de los varones.
Cuando no hay intervenciones
efectivas contra el Bullying, el ambiente escolar se vuelve totalmente
contaminado. Todos los niños, sin excepción, son afectados negativamente
pasando a experimentar sentimientos de ansiedad y miedo. Algunos alumnos que
testifican situaciones de Bullying y perciben que el comportamiento agresivo no
trae ninguna consecuencia a quien lo practica, pueden comenzar a adoptarlo.
El fenómeno social denominado
"Bullying" ha traído como consecuencia la deserción escolar,
detrimento en el ánimo de los estudiantes; además ha propiciado considerables
daños en la vida de los alumnos agredidos.
Consecuencias para la víctima
Las consecuencias del acoso escolar son
muchas y profundas. Para la víctima de acoso escolar, las consecuencias se hace
notar con una evidente baja autoestima, actitudes pasivas, trastornos emocionales,
problemas psicóticos, depresión, ansiedad, pensamientos suicidas, entre otros.
También se suman a eso, la
pérdida de interés por las cuestiones relativas a los estudios, lo cual puede
desencadenar una situación de fracaso escolar, así como la aparición de
trastornos fóbicos de difícil resolución. Se puede detectar a una víctima de
acoso escolar por presentar un constante aspecto contrariado, triste,
deprimido, por faltar frecuentemente y tener miedo a las clases, o por tener un
bajo rendimiento escolar.
Aparte de eso también corresponde
al plano físico presentando dificultad para conciliar el sueño, dolores en el
estómago, el pecho, de cabeza, náuseas y vómitos, llanto constante, entre
otros. Sin embargo, eso no quiere decir que todos los niños que presenten este
cuadro estén sufriendo por un acoso escolar. Antes de dar un diagnóstico al
problema, es necesario que antes se investigue y se observe más al niño.
Consecuencias para el agresor
En cuanto a los efectos del Bullying
sobre los propios agresores, algunos estudios indican que los ejecutores pueden
encontrarse en la antesala de las conductas delictivas. También el resto de
espectadores, la masa silenciosa de compañeros que, de un modo u otro, se
sienten amedrentados por la violencia de la que son testigos, se siente
afectado, logrando provocar cierta sensación de que ningún esfuerzo vale la
pena en la construcción de relaciones positivas.
Para el agresor, el Bullying le
dificulta la convivencia con los demás niños, le hace actuar de forma autoritaria
y violenta, llegando en muchos casos a convertirse en un delincuente o
criminal. Normalmente, el agresor se comporta de una forma irritada, impulsiva
e intolerante. No saben perder, necesitan imponerse a través del poder, la
fuerza y la amenaza, se meten en las discusiones, cogen el material del
compañero sin su consentimiento, y exteriorizan constantemente una autoridad
exagerada.
Consecuencias en los observadores
Un aprendizaje sobre cómo
comportarse ante situaciones injustas:
Indiferencia.
Asumir la actitud de “No es mi
problema, yo no me meto, así es la vida”
Posturas individualistas y
egoístas
Deficiente aprendizaje sobre cómo
comportarse ante situaciones injustas.
Exposición. Observación y
refuerzo de modelos inadecuados de actuación.
Falta de sensibilidad ante el
sufrimiento de los otros (Se produce una desensibilización por la frecuencia de
los abusos).
Víctimas del Bullying
Dentro de los acosos escolares
podemos encontrar dos tipos de víctimas, las víctimas pasivas y las víctimas
activas.
Las víctimas pasivas tienen una
situación social de aislamiento, con frecuencia no tienen un solo amigo entre
sus compañeros y presentan dificultad de comunicación y suelen tener baja
popularidad. Muestran una conducta muy pasiva, tienen miedo ante la violencia y
vulnerabilidad, ansiedad, inseguridad y baja autoestima. Poseen tendencia a
culpabilizarse de su situación y negarla por ser vergonzosa. Tienden a
refugiarse en los adultos y esto se debe a la sobreprotección que tienen por
parte de su familia.
Las víctimas activas cuya
situación social de aislamiento e impopularidad, presentan una tendencia impulsiva a actuar sin
elegir la conducta más adecuada a cada situación. Suelen emplear conductas
agresivas, irritantes, provocadoras. A veces, las víctimas activas mezclan este
papel con el de agresores, son víctimas y a la vez agresores. Tienen un
rendimiento académico peor que el de las pasivas. Varios estudios demuestran
que las activas parecen haber tenido, un trato familiar más hostil, abusivo y
coercitivo que otros escolares, esta situación es más habitual encontrarla entre chicos que chicas.
Con frecuencia, podemos encontrarnos en este tipo de victimas con escolares
hiperactivos.
Conductas de las Víctimas en la Escuela
· Repentinos cambios en
asistencia y logros académicos.
· Asistencia errática.
· Pérdida total de interés por la
escuela. Dificultad de concentración en el salón de clases.
· Descenso en calidad del trabajo
escolar.
· Van al recreo tarde y regresan
rápido.
· Tienen problemas de aprendizaje
o diferencias con el grupo.
· Carecen de interés de
actividades escolares.
· Se dan de baja de cursos y no
aceptan mentores o tutores.
Conducta Social de las Víctimas
· Solitarios, retirados,
aislados.
· Pobre o ninguna interacción
social.
· No tienen amigos o solo unos
pocos.
· Son no populares en el grupo,
pasan desapercibidos. Reciben las migajas de la clase.
Conductas Emocionales de las Víctimas
· Repentinos cambios de conducta
y de humor.
· Pasividad, timidez, callados,
temerosos, asustados. Nerviosos, preocupados, inseguros.
· Baja autoestima y auto
confianza. Sobres reactivos ante peligro, hipersensibles.
· Lloran fácilmente delante de
otros. Demuestran su debilidad a los otros.
· Bajas o ningunas destrezas
asertivas.
· Irritables, destructivos,
agresivos, pierden rápido el temperamento.
Características
de las víctimas del Bullying
·Soledad: La víctima se encuentra
absolutamente sola. No cuentan a nadie lo que les pasa, a veces no tienen
amigos y no se atreven a decir nada a padres o profesores por temor a que les
juzguen como miedosos y/o débiles.
·Sensación de culpabilidad: La
víctima suele creer que merece el maltrato, si ya su autoestima es así de
deficiente, la agresión la deja por los suelos.
·Temor a que los padres destapen
el tema en el centro escolar y sufran más agresiones.
·Quieren pasar desapercibidos,
ser invisibles.
·No quieren ir al colegio: se
excusan con enfermedades o cualquier cosa pues asistir a clase se les hace muy
duro.
·Su salud suele empeorar
realmente: El estrés psíquico es una carga para la salud y si es permanente, la
angustia y una sensación continua de intranquilidad y temor se apoderan del
joven en un momento en el que su cuerpo y mente se están desarrollando. Todo
esto influye en los resultados académicos, en el aprendizaje y en todo su
desarrollo.
Agresores del Bullying
Aquellos que practican el Bullying
contra sus colegas pueden llevar para la vida adulta un comportamiento
anti-social, adoptando actitudes agresivas en el seno de la familia o en el
ambiente de trabajo.
Estudios realizados en diversos
países, señalan la posibilidad de que los autores de Bullying en la época
escolar, mas tarde pueden verse envueltos en actos de delincuencia o
criminales. Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer ninguna
enfermedad mental o trastorno de la personalidad grave, presenta normalmente
algún tipo de psicopatología.
Fundamentalmente, presenta
ausencia de empatía y algún tipo de distorsión cognitiva. La carencia de
empatía explica su incapacidad para ponerse en el lugar del acosado y ser
insensible al sufrimiento de este.
La presencia de distorsiones
cognitivas tienen que ver con el hecho de que su interpretación de la realidad
suele eludir la evidencia de los hechos y suele comportar una delegación de
responsabilidades en otras personas. Así, normalmente responsabiliza de su
acción acosadora a la víctima, que le habría molestado o desafiado previamente,
con lo que no refleja ningún tipo de remordimiento respecto de su conducta.
La psicología actual, por otra
parte, identifica en los acosadores escolares la existencia probable de una
educación familiar permisiva que les puede haber llevado a no interiorizar
suficientemente bien el principio de realidad: los derechos de uno deben
armonizarse con los de los demás. La consecuencia es la dificultad para ponerse
en el lugar del otro por una carencia de altruismo vinculada a un ego que crece
a costa de los demás, meros instrumentos a su servicio, y que tiene un umbral
de frustración muy bajo. Algunos autores denominan a este tipo de niño como
niño tirano.
Características de los agresores
del Bullying
Los agresores suelen venir de una
situación social negativa, siendo muchas veces rechazados por parte de sus
compañeros aunque siempre tienen un grupo de seguidores.
Tienen tendencia al uso de la fuerza y a
la violencia, baja tolerancia, frustraciones, malas relaciones con los adultos,
mal rendimiento escolar, tienen una gran autoestima, y una ausencia de una
relación cálida y segura con los progenitores. Quienes ejercen el Bullying lo
hace para imponer su poder sobre el otro logrando con ello tenerlo bajo su
completo dominio a lo largo de meses e incluso años.
El niño o varios de ellos,
comúnmente en grupo, constantemente tienen actitudes agresivas y amenazantes
sin motivo alguno contra otro u otros niños. Es o son provocativos, cualquier
cosa es para ellos motivo de burlas.
Su forma de resolver conflictos
es por medio de la agresión. No es nada empático, es decir no se pone en el
lugar del otro. Los alumnos agresores pueden ser futuros maltratadores y
delincuentes si no reciben con urgencia la ayuda que necesitan. La justificación
de sus actos en base a toda la hostilidad acumulada "contra el mundo"
y a los modelos sociales que promocionan estas conductas, se alía con la
sensación inmediata de poderío que produce el hecho de "someter a alguien
a tus caprichos y necesidades".
Los mecanismos que determinan el
Bullying no son muy distintos a los que subyacen a otros tipos de maltrato
porque, aunque lo denominamos “intimidación entre iguales", la realidad es
que se da una situación de desigualdad; el agresor siempre mide las fuerzas de
su presa, fuerza física o psicológica, al igual que lo hace el maltratador
doméstico cuando elige su pareja, futura víctima, o el jefe sádico cuando
contrata a sus subalternos.
Trabajar este tema tiene una
importancia extraordinaria precisamente como prevención de estos graves
problemas sociales pues, además de terminar con estas situaciones puntuales de
abuso, aprovechamos para abundar en el trabajo de las relaciones (presión de
grupo, asertividad), valores (tolerancia, justicia y solidaridad), importantes
aspectos de educación emocional (control de impulsos y expresión de
sentimientos) y resolución de conflictos, lo cual resulta muy educativo para
todos.
Tipos de agresores
Agresores activos
Son los que inician y dirigen la
agresión. Lizbeth Flores, especialista en maltrato infantil del INP, dijo:
“El 30% de la población de México
se catalogó como víctima o como agresor, también un dato importante que
encontramos es que la mayor parte de las agresiones se llevan a cabo en el
aula”.
Las agresiones psicológicas son
la principal forma de acoso escolar. Esto se debe a que el Bully escoge a los
compañeros con alguna debilidad o diferencia. Ser inteligente, usar lentes, la
timidez o tener alguna otra de este tipo es suficientes para convertirse en
víctima. Pero el Bully no actúa solo, es líder de un grupo que decide a quién
se puede o no molestar y hasta qué grado. Sin el grupo, no podría ejercer su
poder. Paloma Cobo, coautora del libro Bullying en México dijo:
“Hay un grupo que sigue al Bully,
que es lo que nosotros llamamos testigos y que juegan un papel muy importante,
porque son finalmente los que le van a dar el reconocimiento que necesita el
Bully.”
Estos testigos cada vez tienen un
papel más activo en los maltratos, ya no simplemente se burlan del compañero
agredido, sino que también forman redes de maltrato, principalmente exhibiendo
sus actos por internet por medio del acoso virtual o Cyber-Bullying.
Aquí, las agresiones pueden
llegar a niveles muy elevados de violencia, no sólo física, sino verbal. Es una
paradoja, pero por lo general, el agresor suele tener más debilidades que a
quienes agrede. Generalmente el Bully se relaciona con el género masculino. Sin
embargo, estudios realizados por la Secretaría de Educación Pública (SEP)
sugieren que esta práctica se está ampliando entre las mujeres.
Agresores pasivos
Son los que les siguen y animan,
aunque en menor grado. 3 de 10 estudiantes de educación básica en México viven
con un temor diariamente, pero no es a la muerte, inseguridad o algún
secuestro.
Es miedo de ingresar por estas
puertas de lunes a viernes. Sin embargo, no les preocupa reprobar un examen o
fallar en clases. Su temor es a vivir otro día más, enfrentando la violencia a
la que son sometidos por un "Bully", compañero de clase que mantiene
algún tipo de maltrato sobre él. Paloma Cobo expresó lo siguiente:
“Creo que el Bullying ha existido
siempre, es lo que antes llamábamos el típico gandaya, el que abusaba del otro,
el que le robaba el lunch, el que empujaba, y crecimos con la idea de que así
es y hay que aguantarse.”
Motivos del agresor para hacer
Bullying
Según los expertos, un niño puede
ser autor de Bullying cuando solo espera y quiere que hagan siempre su
voluntad, cuando le gusta probar la sensación de poder, cuando no se siente
bien o no disfruta con otros niños, si sufre intimidaciones o algún tipo de
abuso en casa, en la escuela o en la familia, cuando es frecuentemente
humillado por los adultos, o cuando vive bajo constante presión para que tenga
éxito en sus actividades.
Observadores del Bullying
Podemos hablar también de clases
de público o espectadores que contemplan el fenómeno y cuya actuación y concienciación
es vital para prevenir y atajar el problema.
¿Por qué permiten ellos que eso
ocurra? He aquí algunas razones:
Esas personas desean «ponerse del
lado» del agresor porque eso las hace sentirse fuertes. De otra manera ponerse
del lado de la víctima las haría sentirse débiles.
- Se divierten con las
agresiones.
- No creen que protestar pueda
ayudar.
- Temen que si dicen algo, el
agresor se iría contra ellos.
- Sienten que están sacando de sí
sus frustraciones al lastimar a alguien aunque ellos mismos no estén lastimando
a la víctima sino mirando cómo la lastiman.
Los cómplices y observadores
pasivos se esconden en un caparazón de temor. Si no se educa esta actitud y
carencia de habilidades ante la presión del grupo, se podría generar en ellos
mucha actitud egoísta, insensibilidad ante la injusticia y ante el dolor ajeno
e incapacidad de pedir ayuda cuando ellos la necesitan.
Cómplices: Toman la postura de
hacer lo que el líder acosador dice.
Observadores: Supuestamente pasan
del asunto por estas razones: Para integrarse en el grupo, por mantener su
posición. Para no ser los siguientes agredidos (presión y miedo).
Prevención del Bullying
En la familia
La familia es la principal fuente de amor
y educación de los niños; a partir de ella el niño aprende a socializarse
basado en lo valores, normas y comportamientos enseñados en casa; evitemos que
nuestro hogar se convierta en un escenario hostil, o por el contrario,
demasiado permisivo, tenga por seguro que esto siempre llevará a que los niños
adquieran conductas agresivas.
Otro papel de la familia es estar
informada constantemente, hay cursos en donde se orienta a los padres; éstos se
basan normalmente en el amor y la comunicación entre padres e hijos, la
observación para detectar inmediatamente cualquier conducta anormal en el
chico, estar al pendiente de las actividades de su hijo, la existencia de
límites y normas, así como el vigilar que se cumplan. Estos cursos le dan
atención especial a la inteligencia emocional, es decir, enseñan a los padres
como ayudarles a sus hijos a controlar sus emociones y comportamientos hacia
los demás de tal manera que puedan convivir sanamente.
¿Cómo deben actuar los padres
ante un hijo acosador?
· Tienes y debes acercarte a tu
hijo, platica con él.
· Relacionarte más con los amigos
de tu hijo y observa qué actividades realizan.
· Una vez que hallas creado un
clima de comunicación y confianza con tu hijo, preguntarle el porqué de su
conducta.
· Jamás debes usar la violencia
para reparar el problema. Violencia genera violencia, ¿Dónde está la solución?
Tampoco culpes a los demás por la mala conducta de tu hijo.
· Nunca dejes de demostrarle amor
a tu hijo, pero también debes hacerle saber que no permitirás esas conductas
agresivas e intimidantes, deja muy claro además las mediadas que se tomarán a
causa de su comportamiento y en caso de que continúe. Cuando se detecta un caso
así, los padres del niño deben ayudar a la escuela para resolver el problema
inmediatamente. Hable con los profesores, pida ayuda y escuche todas las
críticas que te den sobre tu hijo. Manténgase informado de cómo la escuela esta
tratando dicho caso y los resultados que se están obteniendo.
· A través de la comunicación con
tu hijo podrás darte cuenta de sus gustos y aficiones, canaliza su conducta
agresiva por ese lado; si por ejemplo le gusta el fútbol inscríbalo en un club
deportivo, si le gusta tocar algún instrumento llévelo para que tome clases.
· Crea un ambiente en tu hogar
donde el chico se sienta con la confianza de manifestar sus insatisfacciones y
frustraciones sin agredir. Enseñarle buenos modales.
· Debes enseñarle a tu hijo a
reconocer sus errores y a pedir disculpas a quienes les halla hecho daño,
elogia esas buenas acciones.
En la escuela
- La disciplina que se mantenga
en el salón/escuela es fundamental para la construcción de una buena conducta.
- Es importante la supervisión de
los alumnos dentro y fuera de los salones.
- Establecer claramente las
reglas de la escuela y las acciones que se tomarán.
- Actuar rápido, directa en el
caso de que se presente alguna sospecha de Bullying.
- La escuela debe estar abierta a
las quejas y sugerencias del alumnado
- Realizar conferencias para
padres donde se pueda tratar temas como Bullying.
- Adicionar o reforzar el tema de
educación en los valores en el curso.
- Los maestros pueden apoyarse en
los alumnos para identificar casos de acoso, deben ser muy inteligentes y saber
quien puede darles información valiosa.
¿Qué deben hacer los maestros?
· Identificar a la víctima y el
agresor.
· Si ha detectado a la víctima,
pregunte a los padres si el niño presenta dificultad para conciliar el sueño,
dolores de estómago, pecho, cabeza, llanto constante.
· Siga al niño a una distancia
prudente a lo lugares donde comúnmente esta sin vigilancia, seguramente se
encontrará con el chico que lo esta acosando.
· En las paredes de los baños o
puertas, suelen escribir burlas y agresiones, revisarlas.
· Platique con los compañeros más
cercanos del acosador/víctima, pueden ayudarle.
· Tenga consciencia de que tanto
el agresor como la víctima sufren, y por lo tanto necesitan ser atendidos y
tratados.
Instituciones gubernamentales
Así como existen líneas gratuitas
para hablar o preguntar sobre métodos anticonceptivos, depresión, el sida,
alcoholismo, entre otros, debe haber líneas abiertas para que los niños puedan
hablar y denunciar conflictos que viven dentro y fuera del hogar. Debe haber
mayores campañas para informar a los padres sobre esta situación, la forma en
que puede detectarse, tratarse y prevenirse.
Medios de comunicación y sociedad
en general
Los niños son muy dados a ver
programas de acción y violencia y aunque no lo creamos influyen demasiado en su
comportamiento. Los medios masivos de comunicación deben ser más consientes y
controlar más los contenidos que emiten o publican. La sociedad en general
también puede ayudar a prevenir y atacar el acoso entre los niños, vigilando y
no dejando pasar este tipo de situaciones porque pensamos se trata de una
simple broma. Cuando un niño se burla, amenaza o pega a otro niño, se debe
intervenir para que eso no se repita.
Crear y mantener un teléfono
público para los niños es una forma de abrir una puerta a sus posibles
conflictos. Las campañas anuales de sensibilización también pueden funcionar
para prevenir el acoso escolar. En cuanto a los medios de comunicación sería
interesante y muy viable que controlasen más los contenidos que emiten o
publican.
La sociedad en general debe
prevenir y atajar posibles brotes de acoso. Es necesario estar atento y no
dejar pasar nada o pensar que todo es normal o se trata de una broma. Cuando un
niño se burla, amenaza o pega a otro niño, se debe intervenir para que eso no
se repita. Cuando en el patio del colegio alguien se burla del aspecto de otra
persona, hay que reprenderle. Lo malo se corta por la raíz.
Causas del Bullying
Personales: Un niño que actúa de manera agresiva sufre
intimidaciones en la escuela o en la familia. Adquiere esta conducta cuando es
frecuentemente humillado por los adultos. Se siente superior, ya sea porque
cuenta con el apoyo de otros atacantes o porque el acosado es un niño con muy
poca capacidad de responder a las agresiones.
Familiares: El niño
puede tener actitudes agresivas como una forma de expresar su sentir ante un
entorno familiar poco afectivo, donde existen situaciones de ausencia de algún
padre, violencia, abuso ejercida por los padres y hermanos mayores; tal vez
porque es un niño que posiblemente vive bajo constante presión para que tenga
éxito en sus actividades o por el contrario es un niño sumamente mimado. Todas
estas situaciones pueden generar un comportamiento agresivo en los niños y
llevarles a la violencia cuando sean adolescentes.
En la escuela: Cuanto más grande es la escuela hay mayor riesgo de
que haya acoso escolar, sobre todo si a este factor se le suma la falta de
control físico, vigilancia y respeto; humillación, amenazas o la exclusión
entre personal docente y alumnos. Por otro lado, los nuevos modelos educativos
a los que son expuestos los niños como la ligereza con que se tratan y ponen en
práctica los valores, según psicólogos y estudios realizados, han influenciado
para que este tipo de comportamiento se presente con mayor frecuencia.
La televisión: El mensaje implícito de determinados programas
televisivos de consumo frecuente entre adolescentes que exponen un modelo de
proyecto vital que busca la aspiración a todo sin renunciar a nada para
conseguirlo, siempre y cuando eso no signifique esforzarse o grandes trabajos,
constituye otro factor de riesgo para determinados individuos.
Los expertos han llegado también a la conclusión de que la violencia en los
medios de comunicación tiene efectos sobre la violencia real, sobre todo entre
niños. Se discute, no obstante, el tipo de efectos y su grado: si se da una
imitación indiscriminada, si se da un efecto insensibilizador, si se crea una
imagen de la realidad en la que se hiperboliza la incidencia de la violencia,
entre otros.